miércoles, 8 de octubre de 2014

TANTALO



Tántalo era amigo íntimo de Zeus, quien lo admitía en los banquetes de néctar y ambrosía del Olimpo, hasta que la buena suerte le trastornó la cabeza, reveló los secretos de Zeus y robó los manjares divinos para compartirlos con sus amigos mortales.

  Antes que se descubriera este delito cometió otro peor. Habiendo invitado a los olímpicos a un banquete en el monte Sípilo, o quizás en Corinto, Tántalo descubrió que los alimentos que tenía en la despensa eran insuficientes para los invitados y entonces no se sabe si para poner a prueba la omnisciencia de Zeus, o simplemente para poner de manifiesto su buena voluntad, despedazó a su hijo Pélope y agregó los pedazos al guisado preparado para los dioses.

 Todos los dioses reconocieron lo que tenían en el plato, y lo rechazaron con horror; todos menos Deméter, quien, trastornada por haber perdido a Perséfone, comió la carne de la paletilla izquierda.
   Por estos dos delitos fue castigado Tántalo con la ruina de su reino y, después de su muerte por la mano de Zeus, con el tormento eterno en compañía de Ixión, Sísifo, Ticio, las Danaides y otros.

 Ahora cuelga, consumido perennemente por la sed y el hambre, de la rama de un árbol frutal que se inclina sobre un lago pantanoso. Sus olas le llegan a la cintura, y a veces a la barbilla, pero cuando se inclina para beber retroceden y no dejan más que el negro cieno a sus pies; o, si alguna vez logra recoger un puñado de agua, ésta se desliza entre sus dedos y lo único que consigue es humedecer sus labios agrietados, quedándose más sediento que antes. Él árbol está cargado de peras, manzanas brillantes, higos dulces, olivas y granadas maduras, pero cada vez que tiende la mano para tomar un fruto suculento una ráfaga de viento lo pone fuera de su alcance.


  Además, una piedra enorme, un risco del monte Sípilo, sobresale por encima del árbol y amenaza eternamente con aplastar el cráneo de Tántalo.


Comentarios e notas 
Por María Iglesias Saá e Cynthia Martín Fraga. 1º A BAC.

-Néctar y ambrosía: el néctar era el vino o bebida de los dioses, que les era servido por Hebeo o por Ganimedes, y se describía como de color rojo.
La ambrosía era la comida de los dioses, se cree que originalmente ambos términos no estaban diferenciados. Por otra parte, en la obra de Alcman el néctar era la comida, y en las de Safo y Anaxandridas la ambrosía era la bebida.

-Monte Sípilo: es una montaña situada cerca de la ciudad turca de Manisa que se consideraba el lugar predilecto de la diosa Cibeles.

-Omnisciencia: es la capacidad de saberlo todo. Es un atributo propio de Dios en las religiones abrahámicas.

-Deméter: es la diosa griega de la agricultura, nutricia pura de la tierra verde y joven, ciclo vivificador de la vida y la muerte, y protectora del matrimonio y la ley sagrada. Se la venera como la “portadora de las estaciones”.

-Perséfone: es hija de Zeus y de Deméter. La joven doncella, llamada hasta entonces Kore, es raptada por Hades y se convierte en la reina del Inframundo.

Corinto: es una ciudad del Peloponso en Grecia, capital de launidad periférica de Corintia.
Tuvo una gran prosperidad desde la época clásica, y allí se encuentra uno de los templos más importantes dedicado al dios Apolo, con columnas forjadas en una sola pieza y basamentadas en la roca, cosa poco habitual en las construcciones dóricas.

Ixión: era uno de los lápitas, y rey de Tesalia. Era hijo de Flegias, de Leonte o de Antión.

Sísifo: fue fundador y rey de Corinto. Era hijo de Eolo y Enareta, y marido de Mérope. Padre de Odiseo con Anticlea, antes de que ésta se casase con su último marido, Laertes. Es conocido por su castigo: llevar una piedra hasta la cima de una montaña, y antes de llegar, la piedra volvía a rodar hacia abajo (repitiendo una y otra vez el frustrante proceso).

 Danaides: fueron las cincuenta hijas del rey Dánao, hermano de Egipto, que tuvo cincuenta hijos varones.




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