martes, 29 de noviembre de 2011

Enigma latino 6.

CAPERVLA RVBRA

Mater

Caperula

Lupus

Duo venatores.

Avia

Que obra ten como protagonistas a estes actores?


Envía a tua resposta a gregofoz@gmail.com antes do venres ás 12. Indica no asunto Enigma latino 6.

Clitemnestra e Agamenón



Clitemnestra tenía pocos motivos para amar a Agamenón, quien, después de dar muerte a su anterior marido Tántalo y al hijo recién nacido que estaba amamantando, se había casado con ella por la fuerza y luego se había marchado a una guerra que prometía no terminar nunca (...) también había autorizado el sacrificio de Ifigenia en Áulide y —lo que para ella era aún más difícil de soportar— se decía que llevaba de vuelta a la hija de Príamo, la profetisa Casandra, como su esposa en todo menos en el nombre (...)

En consecuencia, Clitemnestra conspiró con Egisto para matar a Agamenón y Casandra. Pero temiendo que llegaran inesperadamente, escribió a Agamenón una carta pidiéndole que encendiera una señal luminosa en el monte Ida cuando cayese Troya; ella, por su parte, dispuso una cadena de fuegos que transmitirían la señal hasta Argólide (...) Apostó también un vigía en el techo del palacio de Micenas; era un fiel servidor de Agamenón que pasó un año entero agazapado como un perro, mirando hacia el monte Aracne y lleno de tristes presentimientos. Por fin, una noche oscura, el vigía vio el resplandor distante de la señal luminosa y corrió a despertar a Clitemnestra. Ella celebró la noticia con sacrificios de acción de gracias, aunque, en verdad, habría deseado que el sitio de Troya durara eternamente. Egisto apostó inmediatamente a uno de sus hombres en una atalaya cerca del mar y le prometió dos talentos de oro por la primera noticia del desembarco de Agamenón.

Clitemnestra recibió a su marido cansado por el viaje simulando que se hallaba muy contenta, hizo tender para él una alfombra de púrpura y lo condujo a la casa de baños, donde las esclavas le habían preparado un baño caliente (…)

Cuando Agamenón se lavó y hubo sacado un pie de la bañera, dispuesto a participar en el banquete ya servido en las mesas, Clitemnestra se le acercó como para envolverlo en una toalla, pero en lugar de eso le arrojó a la cabeza una prenda de malla tejida por ella misma y que no tenía aberturas para el cuello y los brazos. Y así, enredado en esa red como un pez, Agamenón pereció a manos de Egisto, quien le hirió dos veces con una espada de doble filo. Cayó hacia atrás en baño de paredes de plata, donde Clitemnestra vengó sus agravios cortándole la cabeza con un hacha. Luego corrió afuera para matar a Casandra con la misma arma, sin molestarse en cerrar los ojos y la boca de su marido (...)

Robert Graves Los mitos griegos

lunes, 28 de noviembre de 2011

Enigma grego 7.

Odiseo, no seu regreso á Itaca, descende ós Infernos. Con quen se atopa alí?

Envía a túa resposta antes do Xoves ás 9 h. a gregofoz@gmail.com, indicando no asunto Enigma grego 7.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Los doce trabajos de Hércules

Los doce trabajos de Hércules
Autor:Christian Grenter
Editorial:Anaya

Los doce trabajos de Hércules
Tras leer "Los doce trabajos de Hércules" he decidido resumir el capítulo IV, "La hidra de Lerna" que me recuerda a una historia que me contaba mi abuela cuando era pequeña y el VI,"La cierva del monte Menalo" por ser el menos cruel con los animales:

La hidra de Lerna:
Hércules debe enfrentarse a la hidra de Lerna, reptil de nueve cabezas, la del centro inmortal. Por el camino se encuentra con su sobrino Yolao,que lo acompañará durante esta aventura.
Una vez en la ciénaga donde habita el monstruo, lanzan flechas ardiendo para captar su atención; entonces comienzan a luchar infructuosamente ya que las cabezas de la hidra se regeneran. Logra acabar con ella gracias a una hoz de oro que encuentra en el lodo y a que se le ocurre cauterizar sus cortes. Casi pierde por la picadura de un cangrejo en el talón. La hoz fue enviada por Júpiter y el cangrejo por Juno, de ahí salió la constelación del cangrejo.

La cierva del monte Menalo:
Euristeo ordenó a Hércules que apresara a la cierva del monte Menalo y se la llevara a palacio. Hércules acampó en un claro del bosque y estuvo rondando hasta que un día vio a la cierva de cuernos de oro y cascos de bronce saciando su sed en un río y comenzó a perseguirla. La cierva nunca se alejaba demasiado, como si quisiera guiarlo a alguna parte. Así pasaron un año, primero hacia el norte y luego de vuelta al sur, hasta que la cierva se encontró a la orilla de un río de aguas turbias y comenzó a ponerse nerviosa. Hércules, temiendo que se ahogara, disparó a la pata del animal una flecha que la hizo caer al suelo; entonces aparecieron Diana, la diosa que protegía a la cierva muy enfadada y Apolo, que la hizo entrar en razón. Finalmente, Diana protegió a Hércules en su regreso y la cierva fue encerrada en una jaula, de la que escapó desapareciendo para siempre.

Kenya González Bugarín

martes, 22 de noviembre de 2011

TESEO E O MINOTAURO


Título: Teseo e o Minotauro.
Autor: Anne - Catherine, Vivet - Rémy.
Editorial: Akal


Teseo decide darlle morte ó Minotauro, monstro con cabeza de touro e corpo de home. O Rei Minos ordena enviar dende Atenas a rapaces e rapazas para ser comidos polo monstro. Teso logra darlle morte coa axuda de Ariadna, que lle proporcionou un fío para que puidese saír do labirinto dónde estaba encerrado o Minotauro, (construcción de Dédalo).
Cando Teseo regresa a Atenas, seu pai Exeo suiciídase tirándose ó mar ó pensar que o seu fillo morreu.
Este libro tamén conta a historia de Dédalo e Ícaro, o secuestro dunha amazona, o rapto de Helena, a historia de Teseo e Pirítoo cando baixan ós infernos e cando acollen a Edipo.

Pareceume un libro moi interesante, xa que a mitoloxía gústame moito. Ademais, coincide con moitas das historias dadas na clase. Teseo pareceume moi valente xa que sempre quería vivir novas aventuras. Sen dúbida, recomendaría este libro porque foi moi ameno.

IRIA BRAÑA 1º A BAC.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Enigmas gregos 6

Na súa volta á Itaca, Odiseo supera perigos sen fin. Nunha ocasión os compañeiros de Odiseo comen unha planta que lles fai esquecer totalmente o seu pasado...

Que planta producíu tal efecto nos compañeiros de Odiseo?
Busca unha imaxe da planta.

Envía a túa resposta a gregofoz@gmail.com antes do xoves 24 ás 9h. Indica no asunto Enigma grego 6.

Enigma latino 5.

Durante o período da república o rei Porsena pretende ocupar a cidade de Roma pero atopa unha resistencia feroz. Entre os resistentes hai un soldado que se ofrece para asasinar o rei invasor.

Quen foi este lendario personaxe?
Que chegou a facer para demostrar ós invasores o valor dos romanos?
Que significa o seu apelido?


Envía a túa resposta antes do venres 25 ás 12h. a gregofoz@gmail.com. Indica no asunto Enigma latino 5.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Enigma latino 4.


Esta semana compre averiguar o significado da expresión "saber latín" e poñer un exemplo.

Envía a túa resposta antes do venres 18 ás 12h. a gregofoz@gmail.com indicando no asunto Enigma latino 4.

Enigma grego 5.


Agora que estamos a piques dunhas eleccións propóñovos unha pregunta relacionada co asunto.

Na Grecia antiga había un sistema de votación usado para enviar ó desterro a un rival político.

  1. Como se chama o sistema de votación e por que?

  2. . Busca unha imaxe.

Envía a túa resposta antes do xoves 24 ás 9h. a gregofoz@gmail.com. Indica no asunto enigma grego 5.


jueves, 3 de noviembre de 2011

Enima latino 3.

Buscamos o dono deste xigantesco pé.

Investiga.

1. A quen pertence.
2. Busca unha imaxe da cabeza.

Envía a resposta (e a imaxe) antes do ventes 11 ás 12.50 a gregofoz@gmail.com.
Indica no asunto Enigma latino 3.

Enigma grego 4.

No patio do pazo de Cnossos ocorren cousas moi estrañas.

Investiga:

1. A quen pertence o pazo e en que illa está situado.
2. Que curioso espectáculo ten lugar nese patio.

Envía a túa resposta antes do xoves 10 de novembro ás 9 h. a gregofoz@gmail.com.
Indica no asunto "enigma grego 4".

Enlace ó Pazo de Cnossos.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Tántalo. Robert Graves. Los mitos griegos.


Tántalo era amigo íntimo de Zeus, quien lo admitía en los banquetes de néctar y ambrosía del Olimpo, hasta que la buena suerte le trastornó la cabeza, reveló los secretos de Zeus y robó los

manjares divinos para compartirlos con sus amigos mortales.

Antes que se descubriera este delito cometió otro peor. Habiendo invitado a los olímpicos a un banquete en el monte Sípilo, o quizás en Corinto, Tántalo descubrió que los alimentos que tenía en la despensa eran insuficientes para los invitados y entonces no se sabe si para poner a prueba la omnisciencia de Zeus, o simplemente para poner de manifiesto su buena voluntad, despedazó a su hijo Pélope y agregó los pedazos al guisado preparado para los dioses.

Todos los dioses reconocieron lo que tenían en el plato, y lo rechazaron con horror; todos menos Deméter, quien, trastornada por haber perdido a Perséfone, comió la carne de la paletilla izquierda.

Por estos dos delitos fue castigado Tántalo con la ruina de su reino y, después de su muerte por la mano de Zeus, con el tormento eterno en compañía de Ixión, Sísifo, Ticio, las Danaides y otros.

Ahora cuelga, consumido perennemente por la sed y el hambre, de la rama de un árbol frutal que se inclina sobre un lago pantanoso. Sus olas le llegan a la cintura, y a veces a la barbilla, pero cuando se inclina para beber retroceden y no dejan más que el negro cieno a sus pies; o, si alguna vez logra recoger un puñado de agua, ésta se desliza entre sus dedos y lo único que consigue es humedecer sus labios agrietados, quedándose más sediento que antes. Él árbol está cargado de peras, manzanas brillantes, higos dulces, olivas y granadas maduras, pero cada vez que tiende la mano para tomar un fruto suculento una ráfaga de viento lo pone fuera de su alcance.

Además, una piedra enorme, un risco del monte Sípilo, sobresale por encima del árbol y amenaza eternamente con aplastar el cráneo de Tántalo.


Las sirenas. Homero, Odisea.



Después- continuó Ulises- de que hubimos quemado los restos de nuestro malogrado compañero en la isla de Eea y lo hubimos enterrado, erigiendo sobre su tumba un túmulo coronado por un cipo, proseguimos nuestro viaje. Circe, que nos había recibido y obsequiado espléndidamente, nos puso en guardia contra todos los peligros que nos aguardaban y nos suministró abundantes vituallas.

El primer peligro con el que debíamos enfrentarnos, y que ya nos había predicho la maga, estaba en la isla de las Sirenas. Son éstas unas ninfas que cantan maravillosamente y hechizan a quienes aciertan a escuchar sus cantos. Sentadas en la verde orilla, entonan sus dulces canciones, dirigidas a los navegantes que pasan por aquellos parajes. El que se deja atraer por ellas corre a una muerte segura, por eso se amontonan en aquella orilla numerosas osamentas de hombres putrefactos, cuya piel se va consumiendo.

Una vez que llegamos a la isla de aquellas ninfas temibles, detúvose nuestra nave, pues de repente cesó de soplar el suave viento que nos había estado empujando hasta entonces, y el mar apareció terso y brillante como un espejo. Mis compañeros arriaron la vela, la doblaron y depositaron en el barco, y empuñaron enseguida los remos con objeto de seguir impeliendo la nave. Yo me acordé de las palabras de Circe cuando nos previno de todo aquello: "Al llegar a la isla de las Sirenas, y cuando ya os amenace su canto, tapa con cera los oídos de tus compañeros para que no puedan oirlo, y si tu quieres escuchar la canción, ordena que te aten de pies y manos y que te amarren al mástil; y cuanto más ahínco pongas en rogar a tus amigos que te suelten, tanto más deben elllos apretar las cuerdas".

Acordándome entonces de sus recomendaciones, tomé un gran pan de cera y, tras cortarlo en pedacitos, lo amasé con mis nervudos dedos, aplicando luego la cera reblandecida a las orejas de mis compañeros. Ellos, por su parte, cumpliendo mi orden, me amarraron sólidamente al palo y, volviendo a sentarse a los remos, continuamos la ruta. Al ver las Sirenas acercarse la nave, levantándose en la orilla en figura de bellísimas doncellas y con voz clara y de una dulzura infinita, entonaron la canción cuya letra decía:


¡ Oh ven , Ulises glorioso, gloria insigne de los aqueos!

Acércate y detén tu nave para escuchar nuestra voz.

Pues nadie pasó aún de largo en su negro navío

Sin antes de nuestra boca oir la voz, dulce como la miel,

Volviéndose luego contento y sabiendo muchas más cosas,

Ya que nosotras sabemos todo lo que, por querer de los dioses,

Sufrieron en tierras de Troya los hijos de Ilión y los de Argos

Y sabemos cuanto acontece en la tierra fecunda.


Así cantaban, y mi corazón palpitaba en mi pecho, ávido de seguir oyendo su canto, y con la cabeza hacía señas a mis amigos de que me soltasen. Pero ellos, sordos, seguían remando con más vigor, y Euríloco y Perimedes se vinieron a mí y, cumpliendo las órdenes que les diera, me sujetaron aún con más fuerza. Sólo cuando ya estuvimos lejos del alcance de las seductoras voces, mis amigos se quitaron la cera de los oídos y me desataron, y yo les di de todo corazón las gracias por su firmeza.